El tipo y el estilo de cocina que se ofrece deben ser la máxima prioridad. Y es importante saber si el espacio tiene capacidad para el número de invitados que se espera, ya que esto determinará rápidamente si el restaurante es una buena opción para su boda.

Hablemos de la decoración general

Una de las mayores ventajas de una boda en un restaurante es que hay que alquilar muy poco. Por ejemplo, en unos restaurantes para celebrar tu boda se debe seleccionar cuidadosamente el mobiliario y los accesorios para apoyar nuestra joya arquitectónica, originalmente el comedor, que fue construido en 1912, con techos altos y elevados, paneles de madera de 100 años y mármol de Calcuta colocado a mano. Cuando se parte de una sala que ya es hermosa, no hay que hacer mucho para dar vida al espacio.

¿Cómo se coordinan las bodas en los restaurantes?

Muchos restaurantes tienen una persona dedicada, a menudo el director del restaurante o el responsable del catering, para asegurarse de que no se pierda ningún detalle clave. Si el restaurante no tiene a alguien en el lugar para manejar las numerosas piezas logísticas del día, considere un coordinador externo para mantener las ruedas funcionando sin problemas.

¿Qué implica una compra?

Los restaurantes pueden ofrecer compras totales o parciales, siendo la compra total la adquisición de todo el espacio. Las compras parciales se pueden acordar con locales que tienen áreas separadas que pueden albergar celebraciones más pequeñas.

¿Cómo influyen el entretenimiento y el baile?

Es importante saber qué tipo de música se espera antes de hacer la reserva. Por ejemplo, si piensas contratar una banda, ten en cuenta que los músicos ocupan más espacio en la pista de baile que un DJ. Conocer la capacidad eléctrica del restaurante también te permitirá determinar las limitaciones, que todos los grupos y DJs deberán conocer antes de firmar un contrato. Y asegúrate de preguntar sobre las restricciones de ruido.

¿Cómo se determina el menú de la boda?

Lo que un restaurante ofrezca de forma habitual es lo que mejor hará. Se debe cuidar mucho el diseño de los menús para nuestras parejas, que destacan los ingredientes de temporada alta. Nuestras parejas suelen ser comensales habituales, así que empezamos por lo que les gusta comer durante la temporada en la que se celebrará la boda. Una vez discutidas las opciones, invitamos a la pareja y a dos invitados a una degustación que incluye también el maridaje de vinos.

¿Y el postre?

Algunos restaurantes incluyen un postre emplatado en su paquete, otros incluyen una tarta de boda. Puede que tengas la opción de traer la tarta de una pastelería externa, en cuyo caso muchos restaurantes cobrarán una tarifa por el corte de la tarta. Los invitados no tienen que estar sentados, sino que pueden servirse un postre del tamaño de un bocado o un mini pote de crema para disfrutarlo mientras se mezclan con los amigos, y luego volver a la pista de baile.

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